sábado, 26 de noviembre de 2011

Η Πεντάμορφη και το Τέρας




Ήρθε πια στιγμή, ώρα μαγική,
Ya ha llegado el momento, hora mágica,
θέριεψ΄η φωτιά, άπλωσε φτερά  
el fuego se ha encendido, ha echado a volar
η αγάπη αυτή. 
este amor.

Ήρθε πια στιγμή, μια καινούργια αρχή,   
Ya ha llegado el momento, un nuevo comienzo,
φρίκη κι ομορφιά, τώρα αγκαλιά,                
horror y belleza, ahora un abrazo,
έτσι είν΄η ζωή.
así es la vida.

Ήλιος και βροχή,
Sol y lluvia,
ήχος και σιωπή
ruido y silencio,
φως και παγωνιά, 
luz y helada
όλα ταιριαστά,
todo bien avenido
έτσι είν΄η ζωή.
así es la vida.

Ήρθε πια η στιγμή, η χρυσή στιγμή,
Ya ha llegado el momento, el momento dorado,
ήρθε ξαφνικά μια γλυκιά βραδιά
ha llegado de repente una noche agradable
κ΄έγινε γιορτή.
y se ha convertido en una fiesta.
Ήρθε πια η στιγμή, μια καινούργια αρχή,
Ya ha llegado el momento, un nuevo comienzo,
φρίκη κι ομορφιά, τώρα αγκαλιά.
horror y belleza, ahora un abrazo,
Έτσι είν΄η ζωή,
Así es la vida,
φρίκη κι ομορφιά, τώρα αγκαλιά,
horror y belleza, ahora un abrazo.
έτσι είν΄η ζωή...
así es la vida…

Και τώρα για το ντουλαπάκι σου, είναι αργά για σένα. Καληνύχτα.
Y ahora a tu armarito, es tarde para ti. Buenas noches.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Un paseo por la Atenas clásica y el Ática



Súnion! T’evocaré de lluny amb un crit d’alegria,
                   tu i el teu sol lleial, rei de la mar i del vent:
pel teu record, que em dreça, feliç de sal exaltada,
                   amb el teu marbre absolut, noble i antic jo com ell.
Temple mutilat, desdenyós de les altres columnas
                   que en el fons del teu salt, sota l’onada rient,
dormen l’eternitat! Tu vetlles, blanc a l’altura,
                   pel mariner, que per tu veu ben girat el seu rumb;
per l’embriac del teu nom, que a través de la nua garriga
                   ve a cercar-te, extrem com la certesa dels déus;
per l’exiliat que entre arbredes fosques t’albira
                   súbitament, oh precís, oh fantasmal! i coneix
per ta força la força que el salva als cops de fortuna,
                   ric del que ha donat, i en sa ruïna tan pur.

Otro tema que hemos trabajado ha sido el tema 1.3. Espacios y monumentos de la Atenas clásica.
Tras las Guerras Médicas, durante la Pentecontecía y mientras Atenas ostenta el poder de la Liga de Delos, un hombre, Pericles, tiene un plan: engrandecer la ciudad de Atenas y hacerla el centro de poder socio-económico y cultural de toda la Hélade. ¿Cuál o cuáles son sus proyectos? Reformar la acrópolis, que había sido arrasada varias veces por los Persas, y embellecer la ciudad de Atenas y de Eleusis, construyendo el Telesterion, que albergaría a los iniciados durante los Misterios de Eleusis.
Nos centramos, en primer lugar, en el recinto sagrado por excelencia de Atenas, la Acrópolis, a la que se accede por los llamados Propileos, la entrada monumental a la que se llega tras una escarpada escalinata y donde encontramos los estilos arquitectónicos, dórico y jónico en sus columnas.
Una vez dentro del recinto, vemos el santuario principal de este recinto, el Partenón, que está dedicado a Atenea Párthenos, donde finalizaba la procesión de la fiesta de las Panateneas, donde las jóvenes de la aristocracia ateniense, vestidas de blanco, portaban un peplo a la diosa. Este templo construido por obra de Ictino y Calícrates, albergaba una gran escultura de la diosa, obra de Fidias.
A mano izquierda del Partenón, se halla el Erecteion, dedicado a los primeros reyes de Atenas, Cécrops y Erecteo, y a Poseidón, donde cuenta la leyenda que Poseidón clavó su tridente y brotó el manantial de agua salada. En la balconada vemos las Cariátides, castigadas a soportar el peso de este templo jónico, construido durante la Guerra del Peloponeso.
Después de darnos un buen paseo por la Acrópolis, nos dirigimos de nuevo hacia los Propileos y es entonces cuando vemos ese pequeño templo de estilo jónico dedicado a Atenea Niké Áptera, la Victoria sin alas –de este modo jamás podría escapar de la ciudad de Atenas y ésta siempre sería la gran victoriosa-.
Bajando de la Acrópolis, encontramos, por una parte, el Odeón de Herodes Ático, dedicado básicamente a certámenes musicales, y, por otra parte, el Teatro de Dioniso, donde la tragedia y la comedia vivieron su mayor esplendor.
A la otra parte de estos edificios de ámbito más festivo-social que religioso, tenemos el Ágora, que se podría considerar el espacio socio-económico y político más importante de la ciudad. No sólo encontrábamos las tiendas de cualquier mercado, sino también esculturas y templos, como el Hefesteion. En este espacio los hombres griegos pasaban las horas hablando de política (no dista mucho esta imagen de los καφενεία, donde los hombres griegos actuales con un café frappé, un cigarro y un kombolói pasan las horas sentados y hablando de la sociedad y de los asuntos políticos). Pero es en la Pnyx, en la llamada Colina de las Musas, donde se reunían en la Asamblea.
Después de las sucesivas invasiones al Ática y a la ciudad de Atenas por los Persas, durante las Guerras Médicas, los atenienses quisieron preservar la ciudad contra cualquier otro ataque. De este modo se construyeron los llamados Muros Largos, que bordeaban la ciudad de Atenas y llegaban, como un corredor, hasta el puerto de El Pireo. Pero después del desastre ateniense en la batalla de Egospótamos, cuando prácticamente los atenienses ya habían perdido una guerra que duraba casi treinta años, los espartanos y sus aliados obligaron al pueblo ateniense a destruir esta fortificación, como cuenta Jenofonte en sus Helénicas, al son de las flautas.
Y una vez ya fuera del bullicio de la ciudad, en dirección contraria a Eleusis, a unos 50 kilómetros, en el Cabo Sounion, los atenienses erigieron un Templo dedicado a Poseidón, para que éste no se enfadase con ellos, ya que eligieron a Atenea como protectora de la ciudad y le levantaron todo un recinto sagrado.



Poema en audio: Cabo Sounion de Luis García Montero por Luis García Montero

Y recordando algunas fotos de aquel primer viaje con alumnos pero tierras helénicas.

Soluciones socio-económicas para una Democracia real


Hoy mismo hemos visto en clase el tema 1.1. Instituciones de la Democracia ateniense: Asamblea, Consejo, arcontes, prítanos y sistema judicial.
El término “democracia” etimológicamente procede del griego antiguo δημοκρατία, acuñado en la Atenas del siglo V a.C. a partir de δῆμος, que significa pueblo, y de κράτος, que significa poder; es decir, cuando el poder reside en el pueblo, y no cuando el poder (ἀρχή) lo poseen unos pocos (ὀλίγοι), lo que sería “oligarquía”.
Tras la desaparición de la monarquía en Atenas, con Dracón (s.VII a.C.) y Solón (s.VI a.C.) se produjo con equilibrio social, fomentando el comercio y la industria, aumentando así la capacidad económica de la clase media ateniense.
Con el apoyo de los diversos grupos populares, Pisístrato (s.VI a.C.) instauró la tiranía en Atenas (en ésta época el término “tiranía” no tiene aún connotaciones negativas), llevando a cabo una reforma agraria, numerosas obras públicas, que dieron trabajo y dinero, favoreciendo la situación económica, mejoró diversas leyes y el valor de la moneda.
Tras su muerte, sus hijos Hiparco e Hipias subieron al poder. Tras el asesinato de Hiparco, Hipias endureció el régimen tiránico; pero éste fue expulsado por Clístenes con el apoyo del pueblo ateniense.
Después de derribar la tiranía, Clístenes (510 a.C.) elaboró todo un planteamiento social nuevo.
Con todo esto se llegaría a la Democracia en Atenas, donde todos los órganos de gobierno y las actividades jurídicas y militares estaban abiertas a todos los ciudadanos atenienses: la Βουλή  y los πρυτάνεις, la Ἐκκλησία, el Ἄρειος Πάγος, los Ἄρχοντες, los Στρατηγοί, los Δικασταί...; incluso, las λῃτουργίαι, una serie de impuestos indirectos para ciudadanos y metecos.
No nos podemos olvidar de Pericles, quien llevó la democracia ateniense a su máximo esplendor, promoviendo las obras sociales, la cultura y la libertad del ciudadano, convirtiendo la ciudad de Atenas en ejemplo de progreso, arte y saber.

martes, 8 de noviembre de 2011

La Guerra del Peloponeso


            A lo largo del período de la Pentecontecía – período de cincuenta años entre las Guerras Médicas y la Guerradel Peloponeso -, ostentó el poder de la Liga de Delos y gracias al phoros que exigía a sus miembros el Imperialismo ateniense cogió cada vez más fuerza y sustentaba una política muy agresiva.
            Precisamente, estas circunstancias unidas a los sentimientos contrarios por parte de algunas ciudades griegas contra Atenas serían el origen de la Guerra del Peloponeso (431 a.C. – 404/3 a.C.)
            La primera etapa es la conocida como Guerra de Arquidamo, que duró diez años (431 a.C. – 421 a.C.). Este período se caracteriza por las constantes invasiones de la Liga del Peloponeso, comandada por Esparta, en el Ática, lo que obligaba a la población a hacinarse dentro de los Muros Largos, provocando la peste, que diezmó la población y por la que murió el mismo Pericles.
            Tras la muerte de Pericles, se disputaron el poder de Atenas Nicias, partidario de la paz, y Cleón, partidario de la guerra. En una batalla entre Cleón y el rey espartano Brásidas, murieron ambos, subiendo al poder de Atenas Nicias, por lo que se firmó entre ambos bandos la llamada Paz de Nicias, que, en principio, debía durar 50 años; pero con la entrada en política de Alcibíades, de tendencia belicista, esta paz fue poco duradera.
            La expedición fracasada hacia Sicilia provocó el exilio de Alcibíades. Esto provocó la paulatina decadencia de Atenas y la deserción de muchas ciudades aliadas de Atenas. Además, a causa del malestar político ateniense se instauró el régimen oligarca de los Cuatrocientos. Pero la flota llamó a Alcibíades, que derrocó este régimen y volvió a instaurar la democracia.
            En el año 406, Atenas obtuvo su última victoria en la batalla naval de las Arginusas. Pero en el año 405 a.C. obtuvo una gran derrota en Egospótamos por parte del Esparta, comandada por Lisandro, e imponiendo unas duras condiciones a Atenas.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Las Guerras Médicas


            Los antecedentes de las Guerras Médicas los encontramos en la costa jonia de Asia Menor, en las colonias griegas como Mileto, cuando éstas cayeron en manos del rey Creso de Lidia, obligándolas a pagar un tributo. Pero la situación se agravó con la entrada en escena del Imperio Persa, cuando Darío I tomó el control de la zona.
            Las ciudades griegas se rebelaron y pidieron ayuda a sus metrópolis; aunque sólo Atenas y Eretria (Eubea) les prestaron ayuda. El ejército heleno ganaba terreno, pero en la batalla naval de Lade la flota griega fue hundida, lo que provocó la consiguiente reconquista de la costa jonia de Asia Menor por parte del Imperio Persa. Además, Darío no se contentó con esto, sino que se lanzó a castigar a aquellas ciudades de la Hélade que habían prestado ayuda a estas colonias jónicas.
            La expedición persa, dirigida por Artafernes y Datis, se dirige en el año 490 a.C. a la conquista de las islasCícladas, de Eubea y del Ática, desembarcando tras arrasar Eubea en la llanura de Maratón, donde aconteció la Batalla de Maratón, donde el ejército persa quedó mal parado ante el ejército ateniense comandado por el general Milcíades.
            Tras esta victoria ateniense y previendo otro ataque persa, diversas ciudades de la Hélade firmaron un pacto militar (συμμαχία).
            Tras la muerte de Darío I, su hijo Jerjes toma el mando y sigue con la idea expansionista de su padre hacia la Hélade. Tras mandar emisarios a todas las ciudades griegas para pedir su sumisión, tanto Esparta como Atenas se negaron. Así en el año 480 a.C. Jerjes se dirigió a la Hélade cruzando el Helesponto por tierra junto con la ayuda de su flota, llegando al paso de las Termópilas, donde el ejército espartano y de otras ciudades griegas comandado por el rey Leónidas I hizo frente al ejército persa en la Batalla de las Termópilas. Pero tras la caída del ejército griego en este paso, la población del Ática y de Atenas tuvo que huir a la isla deSalamina, ya que el ejército persa arrasaba todo por donde pasaba. Temístocles tuvo un plan: entablar batalla en Salamina, ya que, si encerraban a los pesados y grandes barcos persas, éstos acabarían chocando unos contra otros, lo que sucedió, yéndose a pique la flota persa y teniendo una gran victoria la flota griega.
            En el año 479 a.C., el Imperio Persa cayó definitivamente contra el ejército griego en las batallas de Platea y Mícale, poniendo fin a las Guerras Médicas.